EL EMPRESARIO UN BENEFACTARO
Este es un tema delicado, que tiene por un lado un matiz más político-ideológico, donde de un lado podría decirse que gracias a ellos existe el trabajo, que son los generadores de oportunidades, que son los que, al pagar los sueldos, llevan el pan a la casa de cada uno de los trabajadores, y en ese sentido podríamos decir que son benefactores. Por otro lado, a la corriente ideológica contraria le cuesta ver esta perspectiva y prefiere pensar que son unos explotadores, que se aprovechan de la plusvalía, es decir, del trabajo de la gente para su propio beneficio, con lo cual estarían lejos de verse como benefactores. Pero lo que quiero señalar acá tiene que ver con que el empresario, por lo general, se siente un benefactor. Considera que el riesgo que corrió y que corre a la hora de desarrollar su empresa o su negocio tiene algo que ver con una suerte de heroica hazaña en favor de los demás, y sin hacer juicios de valor respecto de si es así o no, ellos lo viven así. Por eso también se ponen mal cuando alguien cuestiona su criterio, porque sienten que al criticar su criterio se cuestiona su moral y sus intenciones, y eso los saca de esa experiencia de sentirse benefactores, y eso los pone muy mal.
EMPRENDE CON LO QUE SABÉS HACER
A la hora de emprender, o mejor dicho, de desarrollar una actividad independiente, se pueden tomar dos caminos bien distintos. El más común, el que piensa el emprendedor, es el de desarrollar una idea. Habiendo detectado un interés o una necesidad del mercado, combinado con la creatividad de una idea que satisfaga ese interés o necesidad, se desarrolla un producto o un servicio que pueda responder a esa demanda, hacerlo bien y monetizarlo.
El otro camino, que es más seguro y conservador, y que quizás no esté tan ligado al concepto de emprendedor sino al hecho de ser independiente, tiene que ver con satisfacer de manera tercerizada lo que antes se satisfacía internamente dentro de la relación de dependencia, dentro de la empresa. Este camino, que pocos ven, tiene un 90% de posibilidades de éxito, mientras que el de la idea, el del emprendedor nato, el de libro o el de la start-up, tiene una posibilidad de éxito menor al 3%.
Si tu expectativa es ser independiente, jugar libre dando rienda suelta a tus capacidades y conocimientos, entonces te conviene tomar el camino de seguir ofreciendo afuera, de manera independiente y autónoma, lo que hacías antes dentro de la organización. Aunque a veces las personas no saben cuál es el valor que están aportando dentro de la organización, y este es otro tema, vinculado a la incapacidad de los ejecutivos de tener claridad respecto de su aporte de valor.
Pero cuando los ejecutivos tienen claro cuál es la lógica de su aporte de valor, entonces tienen muchas posibilidades de poder estructurar un negocio donde ofrecen a muchos clientes, de manera tercerizada, lo que antes ofrecían dentro de la organización. Sin embargo, hay muchos ejecutivos que no tienen claro cuál es su aporte de valor en la empresa y, en realidad, basan su vínculo con la organización más en conceptos de alineamiento y confianza que en una claridad específica y precisa de su aporte de valor.
Del otro lado quedan los emprendedores natos, que sí asumen el riesgo de una idea. Pero muchos de ellos se lanzan detrás de una idea no porque realmente estén convencidos y apasionados por ella, ni porque tengan la absoluta certeza de que esa idea va a impactar de manera sobresaliente en el mercado, sino porque en realidad era el vehículo para ser independientes. Si ese es el caso, les hubiera convenido, o les conviene, hacer foco y ofrecer a clientes exactamente el mismo valor que aportaban antes dentro de la empresa.
ESPÍRITU EMPRENDEDOR EN COMUNICACIÓN – JA
El objetivo de JA es desarrollar el espíritu emprendedor en todos sus miembros. Este desarrollo debe comenzar internamente, en casa, estableciendo que la mejora de cada individuo es una prioridad. Promover este espíritu dentro de la organización es esencial para el crecimiento colectivo y el éxito en la implementación de ideas innovadoras. Es un proceso de fortalecimiento personal y profesional que genera un ambiente propicio para el emprendimiento y la creatividad.
EMPRESARIO Y MADUREZ EMOCIONAL – MADUREZ
El empresario debe desarrollar un nivel de madurez que le permita manejar demandas sin enojarse ni sentirse violentado. A diferencia del adolescente, que tiende a rebelarse ante las imposiciones, el empresario contiene y satisface al cliente, generando una transacción ganar-ganar. Esta madurez emocional es crucial para construir relaciones sólidas con los clientes. Dar la espalda a las demandas del cliente por orgullo o susceptibilidad corta la posibilidad de satisfacer sus expectativas y limita el crecimiento del negocio.
RIESGO Y SEGUROS: ATENUAR EL TEMOR – ESTRATEGIA
El empresario no toma riesgos innecesarios; los evalúa y los atenúa con estrategias como seguros. Esto libera su mente del temor y le permite enfocarse en imaginar y ejecutar su visión. Los riesgos son un medio, no un fin, y se gestionan de manera consciente para maximizar las oportunidades. Este enfoque asegura que el empresario pueda avanzar con confianza, minimizando pérdidas y optimizando los recursos disponibles.
ADRENALINA DEL NEGOCIO: ÉXTASIS DE LA ACCIÓN – MOTIVACIÓN
El empresario encuentra motivación en la adrenalina de construir y hacer realidad su visión. No se centra en cálculos excesivos, sino en la emoción de crear y transformar. Este estado de éxtasis lo impulsa a trabajar sin pausa, movido por una conexión absoluta con la acción empresarial. La pasión por el negocio asegura que cada paso sea significativo, construyendo un camino sostenible hacia el éxito.
OPORTUNIDADES Y GRADUALIDAD: DECISIONES CALCULADAS – NEGOCIOS
El empresario aprovecha las oportunidades con un enfoque gradual, aprendiendo de cada situación concreta. Aunque sus decisiones puedan parecer osadas, están fundamentadas en una lógica clara y alineadas con su visión. Este enfoque permite al empresario adaptarse y crecer de manera sostenible, equilibrando riesgos y beneficios. La gradualidad asegura que cada paso sea sólido y contribuya al desarrollo del negocio.
ESTILO PROPIO: REGLAS Y VISIÓN – INDEPENDENCIA
El empresario desarrolla un estilo único basado en reglas propias y en su capacidad de leer el mercado. Aprovecha oportunidades mientras mantiene otros ingresos para financiar su proyecto independiente. Este enfoque asegura que su negocio crezca de manera sostenible, sin depender exclusivamente de una sola fuente de ingresos. La independencia empresarial requiere equilibrio entre creatividad, estrategia y pragmatismo, asegurando un desarrollo sólido y escalable.
DIFERENCIA FUNDAMENTAL: EMPRESARIO Y EMPRENDEDOR – ROLES
La diferencia clave entre empresario y emprendedor radica en la implementación. Mientras el emprendedor se enfoca en ideas, el empresario las lleva a la práctica, adaptándolas al mercado. Este enfoque pragmático permite al empresario crear valor real y generar impacto. La transición de emprendedor a empresario implica desarrollar habilidades de ejecución, confianza en la visión y capacidad de adaptarse a las demandas del mercado.
IDEAS Y EJECUCIÓN: DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA – NEGOCIOS
Las ideas son solo el inicio; su valor real radica en cómo se implementan. El empresario recrea y adapta las ideas hasta que funcionan, confiando en su estructura y principios. Las fantasías alrededor de ideas brillantes reflejan miedo e impotencia ante la ejecución. El pensamiento mágico no lleva a resultados. El empresario persevera en la acción, transformando ideas en visiones que generan impacto real en el mercado.
FANTASÍA VS VISIÓN: SENTIDO DE REALIDAD – ESTRATEGIA
El especialista distingue entre fantasía y visión. La visión no es mágica; se basa en una lectura fina de la realidad y en la organización gradual de oportunidades. Mientras que la fantasía lleva a la frustración, la visión impulsa la acción con confianza. Las oportunidades se alinean con el tiempo interno del empresario, creando un camino claro hacia la concreción. Este enfoque estratégico asegura que las decisiones sean efectivas y sostenibles.
CONFIANZA EN IDEAS: IMPULSO Y PASIÓN – NEGOCIOS
La confianza en una idea no radica en creer que es buena, sino en estar convencido de que se puede concretar. Las ideas que inspiran pasión son las que impulsan su ejecución. El empresario busca ideas que conecten con su impulso interno, transformándolas en visiones con propósito. La independencia de la aprobación externa fortalece esta confianza, permitiendo al empresario avanzar con decisión, incluso ante el rechazo o las dudas de los demás.
EMPRESARIO VS EMPRENDEDOR: IMPLEMENTACIÓN Y PRAGMATISMO – DIFERENCIAS
El empresario no está apegado a una idea como el emprendedor, sino que responde a necesidades concretas del mercado. Ser empresario implica entender el negocio, leer situaciones específicas y ejecutar con precisión. A diferencia del emprendedor, que se enfoca en las ideas, el empresario las implementa con eficacia. Esta diferencia fundamental destaca la capacidad del empresario para transformar cualquier idea en un negocio viable, independientemente de su origen.
ESTRUCTURA VS NO ESTRUCTURA: FLEXIBILIDAD Y ADAPTACIÓN – NEGOCIOS
El debate entre estructura y no estructura define la transición entre dependencia e independencia. Los emprendedores deben encontrar un equilibrio entre el esfuerzo y la flexibilidad, construyendo sistemas que respalden sus operaciones sin limitar su creatividad. Cumplir horarios y metas rígidas no garantiza resultados, mientras que un enfoque adaptativo permite al emprendedor responder a las demandas del negocio de manera eficiente y efectiva.
PRESTIGIO Y RECONOCIMIENTO: MÓVILES INSUFICIENTES – EXPECTATIVAS
Buscar prestigio o reconocimiento como única motivación para emprender lleva al fracaso. El emprendimiento requiere pasión, visión y dedicación, no solo la validación externa. Las expectativas de gloria pueden desviar al emprendedor de sus objetivos reales, generando frustración cuando no se alcanzan. Un propósito interno sólido es esencial para enfrentar los desafíos y mantener la motivación a largo plazo.
INDEPENDENCIA VS DEPENDENCIA: LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD – TRABAJO
La independencia empresarial trae libertad, pero también mayor responsabilidad. Escapar de jefes o estructuras rígidas no asegura éxito, ya que los emprendedores pueden terminar con jefes aún más exigentes. El emprendimiento debe nacer de un propósito claro, no de una reacción a las limitaciones de la dependencia. Equilibrar la libertad con el compromiso asegura que el negocio prospere sin generar frustraciones innecesarias.
ESTADO MENTAL EMPRENDEDOR: PASIÓN Y DEDICACIÓN – ACTITUD
El emprendedor experimenta un estado mental único, similar al placer de jugar o conducir con adrenalina. Este impulso, más allá del esfuerzo o la voluntad, lo motiva a seguir adelante. Sin esta pasión absoluta, el emprendimiento pierde sentido y propósito. Ser emprendedor es todo o nada, una experiencia solitaria y de acción incesante que no puede abordarse como un proyecto tibio o sin vocación genuina.
RENTABILIDAD Y TRANSACCIÓN: INDICADORES DE ÉXITO – NEGOCIOS
El emprendedor evalúa el éxito por la rentabilidad de las transacciones, mientras otros miden la estructura del negocio. Considera la estructura un mal necesario, priorizando las transacciones como el verdadero indicador de progreso. Este enfoque permite centrarse en el núcleo del negocio, que es crear valor a través de cada intercambio. Las transacciones son el motor del negocio, mientras que la estructura solo lo soporta.
OBSESIÓN POR LO DIFÍCIL: RIESGO Y FRUSTRACIÓN – DESAFÍOS
Los emprendedores suelen empezar por lo más complicado, creyendo que esto les dará ventaja. Sin embargo, esta obsesión los lleva al bloqueo y al abandono. Comenzar con objetivos más accesibles permite ganar confianza y progresar gradualmente. El deseo de “dejarlo todo” por el proyecto no garantiza el éxito, sino que puede generar frustración si no se aborda con un enfoque estratégico y realista.
TEORÍA VS REALIDAD: BARRERAS INTELECTUALES – NEGOCIOS
Muchos emprendedores construyen teorías que los frenan, creyendo que necesitan protección para avanzar. Este enfoque teórico limita su capacidad de acción y los mantiene dentro de los márgenes de la dependencia. La transición al emprendimiento requiere enfrentarse a la realidad, superar miedos y dejar de buscar seguridades en estructuras externas. Solo así se puede construir un negocio auténtico y sostenible.
VISIÓN Y CONTINUIDAD: MÁS ALLÁ DE LA RENTABILIDAD – PROPÓSITO
El emprendedor exitoso prioriza la continuidad del negocio y la satisfacción del cliente sobre la rentabilidad inmediata. La visión debe basarse en confianza y certeza, no en ilusiones o desafíos internos. Construir un negocio sustentable implica enfocarse en obras externas con impacto duradero, dejando de lado expectativas irreales o inseguridades. La visión orienta al emprendedor hacia objetivos claros y alcanzables.
SÍNDROME DEL EMPRENDEDOR: IDEA SIN ACCIÓN – LIMITACIONES
El emprendedor atrapado en la fantasía de su idea carece de resultados tangibles. Hasta que no se realiza la primera transacción, todo es un castillo en el aire. Valorar más la estructura que la transacción indica una desconexión con el propósito real del negocio. Las transacciones deben generar emoción y ser el foco principal, mientras que la estructura solo cumple un rol de soporte.
SER EMPRENDEDOR: MODA Y EXPECTATIVAS – CARACTERÍSTICAS
El emprendedor se motiva con la fantasía de ser “el único”, pero este enfoque no es sostenible. Competir siendo el mejor, el primero o el más grande tiene más viabilidad. Pretender solo una autoimagen de empresario lleva a la frustración. El emprendimiento no es una teoría, sino una práctica. Aprender el negocio implica hacerlo, no observarlo. Los emprendedores deben desarrollar habilidades prácticas que trasciendan las expectativas irreales de reconocimiento y prestigio.
DINÁMICA ENTRE ESFUERZO Y GANANCIAS – BENEFICIOS
El empresario evalúa continuamente la relación entre el esfuerzo realizado y las ganancias obtenidas. Este análisis revela cómo se ha invertido el dinero y permite ajustar las estrategias para maximizar los retornos. Al comprender esta dinámica, el empresario puede tomar decisiones más informadas sobre dónde enfocar sus esfuerzos, asegurándose de que cada acción sea lo más efectiva y rentable posible. Este enfoque refuerza la sostenibilidad y eficiencia del negocio.
FLUJO DE CAJA: GASTO ESTRATÉGICO – FINANZAS
El empresario maneja el gasto como una parte integral del flujo de caja, asegurando que este se relacione con el negocio en general y no solo con el costo inmediato. Este enfoque permite priorizar gastos que tengan un impacto significativo en el negocio, como mejoras en infraestructura o marketing. Saber gastar e invertir en el momento adecuado garantiza que los recursos económicos generen valor y contribuyan al crecimiento a largo plazo.
CONTROL DE COSTOS: MÁS QUE AHORRAR – GESTIÓN
El empresario comprende que el control de costos no debe ser el centro de su estrategia. Aunque reducir gastos es importante, no puede eclipsar el enfoque en el crecimiento. Las ofertas y descuentos excesivos pueden distraer al empresario, desviándolo de sus objetivos estratégicos. En cambio, debe mantener una visión clara sobre cómo hacer circular el dinero de manera eficiente, asegurando que cada decisión financiera esté alineada con los resultados que desea alcanzar.
INSPIRACIÓN Y RETORNO: DINÁMICA DEL GASTO – EMPRESAS
El gasto no es solo una salida de dinero, sino una fuente de inspiración para el empresario. Este lo utiliza para activar ideas, elegir con precisión y mantener el negocio dinámico. La inversión, por otro lado, está diseñada para generar retornos tangibles. La diferencia entre esfuerzo y ganancias refleja el dinero invertido en el proceso. Esta dinámica asegura que cada recurso económico cumpla un propósito dentro de la estrategia empresarial.
GASTOS E INVERSIONES: DINERO COMO HERRAMIENTA – NEGOCIOS
El empresario diferencia entre gastar e invertir. Mientras que el gasto cubre necesidades inmediatas, la inversión genera retornos a largo plazo. Ambos son esenciales para el negocio, pero deben aplicarse con estrategia. El empresario no teme desprenderse del dinero, ya que lo ve como un recurso para crear valor. Gasta donde es necesario para inspirarse y mantener el flujo del negocio, mientras que invierte en áreas que aseguren crecimiento sostenible.
ENFOQUE EN INGRESOS: PRIORIDAD EMPRESARIAL – GASTOS
El empresario entiende que el verdadero éxito proviene de aumentar ingresos, más que de reducir gastos. Mientras la reducción de costos puede ahorrar un 3%, una estrategia comercial bien ejecutada puede incrementar ingresos en más del 20%. Este enfoque en el crecimiento genera un impacto mayor en la rentabilidad. Los gastos se controlan, pero no dominan la estrategia empresarial. El empresario invierte tiempo y recursos en áreas que impulsan ingresos y expansión.
DETECTAR NECESIDADES: PROPUESTA DE VALOR – EMPRENDEDOR
El emprendedor independiente se enfoca en identificar vacíos y necesidades insatisfechas en el mercado. Su proceso comienza investigando y analizando, no simplemente “tocando puertas”. A partir de esta observación, desarrolla servicios y ofertas que responden de manera específica a las demandas detectadas. Este enfoque permite construir una propuesta de valor sólida que no solo resuelve problemas, sino que también posiciona al emprendedor como un innovador en su sector.
EMPRESARIO: INVERSIÓN Y VISIÓN – INDEPENDENCIA
Ser empresario implica inventar, invertir y delegar. Se adueña del negocio y del futuro al conectar decisiones estratégicas con la flexibilidad operativa. Su desentendimiento de la operación diaria refleja su enfoque en la visión global. Aprovecha sus dones y evita el conformismo, creando un negocio alineado con sus fortalezas. Además, entiende que el negocio lo cuida tanto como él lo cuida a él, fomentando un equilibrio dinámico entre crecimiento personal y profesional.
PASIÓN Y ORGULLO: ENAMORARSE DEL NEGOCIO – HOMBRE DE NEGOCIOS
Un hombre de negocios debe estar profundamente enamorado y orgulloso de su negocio. Este vínculo emocional impulsa su compromiso, creatividad y perseverancia. La pasión por el negocio no solo motiva, sino que también permite enfrentar los retos con optimismo. Este orgullo genera una conexión genuina con la visión del negocio, promoviendo decisiones estratégicas, la superación de obstáculos y la capacidad de inspirar a otros para alcanzar metas colectivas y construir un proyecto sólido.
APORTES DEL EMPRESARIO: IMPULSO SOCIAL – IMPORTANCIA
La sociedad avanza gracias a los empresarios que arriesgan su capital y crean empresas. Este grupo es esencial para generar trabajo y dinamizar la economía. Sin embargo, la envidia e impotencia de algunos lleva a descalificar su aporte, viéndolos como explotadores. Este es un costo que los empresarios deben asumir para concretar sus visiones. Reconocer su importancia en el progreso social permite entender el valor de quienes arriesgan para construir oportunidades y generar impacto positivo.
ÉXITO EMPRESARIAL: SOPORTAR LA EXPOSICIÓN – RESILIENCIA
El éxito empresarial requiere soportar la exposición a juicios y críticas. Los empresarios enfrentan demandas y cuestionamientos que deben manejar sin dejarse paralizar por la angustia. Si estas situaciones bloquean su desempeño, el entorno empresarial puede no ser adecuado para ellos. Este nivel de resiliencia diferencia a los empresarios que logran concretar sus visiones y prosperar. El juego empresarial exige aceptar la incertidumbre y las críticas como parte del proceso de crecimiento y consolidación.
EMPRESARIO: CREADOR DE SU VISIÓN – NEGOCIOS
Ser empresario representa el grado máximo en el mundo de los negocios. Un empresario crea su negocio a imagen y semejanza de su visión, aprovechando sus dones y adaptando el modelo a su originalidad. Puede ser exitoso incluso sin comprender completamente la dinámica de su comportamiento, pero desarrolla la capacidad de replicar su potencia. Además, debe estar preparado para enfrentar juicios y demandas como parte natural del juego empresarial, mostrando resiliencia ante estas situaciones.
INSPIRAR COMO PROFESIONAL – NEGOCIOS
En los negocios, los empresarios son los profesionales, y los empleados en relación de dependencia, los amateurs. Esto no es un problema, ya que no todos deben jugar en un equipo de primera. Disfrutar del rol que se elige es igual de valioso. Los empresarios, como jugadores profesionales, deben inspirar a otros con su liderazgo, compromiso, capacidad de trabajo y disposición para asumir riesgos. Además, cada vez más empleados deberían verse como si tuvieran su propio negocio.
CRECIMIENTO Y CONTINUIDAD: DECISIÓN ESTRATÉGICA – MINDSET
En la mente de alto rendimiento, lograr un equilibrio entre crecimiento y continuidad es clave. Mientras algunos empresarios priorizan el crecimiento asumiendo riesgos, otros aseguran primero la continuidad del negocio. Los más exitosos encuentran el balance entre ambas, garantizando estabilidad antes de buscar expansión. Este enfoque estratégico está profundamente relacionado con la inteligencia de riesgos, que permite evaluar y decidir cuándo y cómo avanzar sin comprometer la base del negocio ni su futuro.
¿EL EJECUTIVO ES UN HOMBRE O MUJER DE NEGOCIOS COMO EL DUEÑO?
¿Puede un alto ejecutivo convertirse en un hombre o mujer de negocios? La libertad mental, la capacidad de ver el futuro, de invertir, de gestionar el riesgo y arriesgar el propio capital de un empresario, le da un músculo mental y una intuición muy poderosa. Esto es lo que los convierte en hombres o mujeres de negocios. Es un mindset muy particular, un conocimiento experiencial que les da la tranquilidad de manejarse en estos escenarios.
Un alto ejecutivo, al no arriesgar su capital, tiene una limitación para jugar el juego fuerte del que sí lo arriesga. Son muy pocos los altos ejecutivos que, estando en una empresa o corporación, tienen las características mentales de un dueño. Sin embargo, es su responsabilidad trabajar en su mindset para poder lograrlo, o parecerse lo más posible. Es curioso que, a veces, los ejecutivos que, por más conocimiento, experiencia y habilidades que tengan, siempre están saltando con una red de contención y seguridad, y critican a los empresarios que arriesgan su capital y todo lo que tienen, sin ver que este juego es distinto.
Pero esto también nos lleva a otra pregunta: ¿En qué momento pasar de ser un ejecutivo o un empleado al mundo independiente, sin que esto sea necesariamente un salto al vacío?
En el mundo independiente, necesitarán habilidades, capacidad de asumir más riesgo. Esto último no lo vas a poder entrenar tanto en la relación de dependencia, pero el resto de las habilidades, si las trabajas al punto de dominarlas, entonces el riesgo a fracasar en tu eventual emprendimiento es mínimo. Si sabes generar un buen impacto trabajando en una compañía, lo harás también en tu proyecto propio. Pero este impacto tiene que ser global o total, cosa que pocas veces pasa en una empresa, donde uno es parte de un engranaje y tiene una mirada parcial y habilidades también parciales. Pero si estratégicamente completas la grilla de habilidades globales trabajando en una corporación, tu éxito independiente está garantizado. Entonces, tenés que garantizarte que tenés capacidad estratégica, que sabes leer las necesidades de un mercado, que sabes tomar decisiones, que sabes liderar, motivar y consensuar con un equipo, que sabes perseverar en la dificultad, que sabes dejarte acompañar y asesorar, y sobre todo, que sabes vender, que podés convencer, persuadir y entusiasmar a los demás. Si en la empresa te sentís seguro de que manejas todas estas habilidades, entonces solo te toca arriesgar tu capital, pero con esas habilidades en tu haber, tu riesgo es mínimo y las chances de éxito son muy altas.
Este análisis no aplica solo a tus expectativas de ser independiente, porque está muy bien que prefieras ser un alto ejecutivo y dirigir una corporación, pero aplica la misma lógica: para ser el gerente general o el presidente de una corporación, vas a tener que completar toda la grilla de habilidades, como si fueras el mismísimo dueño.
IDENTIFICAR LA CAUSA DEL FRACASO: EMPRENDIMIENTOS
El fracaso en los emprendimientos puede surgir tanto de una mala idea como de una ejecución deficiente. Por ejemplo, vender capacitación en un mercado saturado de opciones gratuitas señala un problema en la idea. En cambio, un restaurante con un concepto probado que falla suele deberse a una mala implementación. La clave para aumentar las probabilidades de éxito está en distinguir si el obstáculo está en la viabilidad de la idea o en su ejecución.
CRECIMIENTO REQUIERE TIEMPO Y CLARIDAD: EMPRENDIMIENTOS
Planificar el crecimiento de un emprendimiento debe hacerse desde un estado de tranquilidad y control. Es fácil confundir tareas operativas necesarias para mantener el negocio con las actividades estratégicas que impulsan su expansión. Estas últimas requieren claridad mental, tiempo y recursos financieros. No es conveniente apresurarse; esperar el momento adecuado permite planificar con lucidez y disfrutar del proceso. El crecimiento sostenible se logra con un enfoque sereno y estratégico, no desde la urgencia.